Give Me Six


El otro día participé en un taller de cerámica enfocado en explorar lo femenino desde lo ancestral.

No iba con expectativas. Solo con la intención de tocar el barro, de crear con las manos.

Y eso hice: modelé una mano izquierda.

La dejé abierta, en forma de cuenco.

Quería que representara el acto de recibir.

Mientras la moldeaba, sentía que algo se abría en mí también.

Como si esa forma simple fuera una expresión de algo más profundo, más simbólico, más mío.

Al terminar, una de las compañeras de la mesa me dijo entre risas:

"¿Sabes que tu mano tiene seis dedos?"

Mi primera reacción fue reírme también.

Pero por dentro algo se encendió.

¿Seis dedos?

¿Un “error”?

¿O un mensaje que se coló entre mis dedos y el barro?

No lo corregí.

Porque entendí que esa mano imperfecta hablaba de mí.

De lo que estoy aprendiendo a aceptar.

De esa parte de mí que se sale del molde, que no quiere encajar del todo, que está dejando de ser “correcta” para empezar a ser auténtica.

El sexto dedo, en ese cuenco abierto, me pareció un símbolo perfecto de la expansión no planificada.

Del permiso de recibir más.

De no limitar mi capacidad de sentir, de crear, de habitar mi forma.

A veces, lo que parece un error… es una señal.

Y tal vez, solo tal vez, yo necesite recordar que no vine a moldearme.

Vine a revelarme.

Con barro en las manos, y un dedo extra que no pedí, mi alma me guiñó un ojo ese día.

Y me dijo bajito:

“No estás aquí para encajar. Estás aquí para recibir.”




Gracias por leerme. Que este espacio sea también un canal de expansión. 



Comentarios

  1. A veces siento que no encajo en esta sociedad, donde la mayoría de las personas viven con el piloto automático, donde mostrar emociones asusta y la reacción es mirar hacia otro lado, por miedo a sentir y enfrentarte a la verdad y se van huyendo hacia donde no lo sé …quizás a hacia ese lugar .donde no se practica ni la empatía ni el agradecimiento.
    Pero no me doy por vencida sigo mostrando mis emociones y practicando el agradecimiento porque es lo que me da plenitud y ganas de seguir en el camino de la vida , ese camino que no es lineal , pero es maravilloso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por abrirte y por quedarte, a pesar de sentirte fuera de lugar muchas veces.

      Yo también estoy aprendiendo a no anestesiar lo que siento y a seguir mostrando la emoción aunque incomode.

      No estás sola.
      Somos más los que estamos saliendo del modo automático y atreviéndonos a vivir con presencia, incluso cuando duele.

      Que sigas caminando con esa sensibilidad valiente que ya es faro.
      Gracias por recordarme que este espacio tiene sentido.

      Un abrazo real.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cómo saber si un movimiento te expande

La mujer que se bajó del personaje