Reiki y Religión

 🌿 Reiki y Religión: ¿Dos Caminos en Conflicto o una Misma Verdad?

Desde que comencé a practicar Reiki y a explorar mi camino espiritual, me he encontrado con una pregunta recurrente: ¿Es compatible con la religión? ¿Estoy eligiendo un camino que contradice mis raíces?

He sentido este conflicto en conversaciones, en miradas de duda, en preguntas directas como:

¿Pero crees en Dios o en la energía?

¿No será esto contrario a la fe?

Si ya tienes un camino espiritual, ¿para qué necesitas Reiki?

Preguntas que, aunque parezcan simples, han removido en mí un dilema más profundo.

Porque la verdad es que nunca sentí que Reiki estuviera en oposición a Dios, al amor divino o a la esencia de ninguna creencia religiosa. Pero el choque con ciertas doctrinas y con la percepción de los demás me ha hecho dudar, cuestionarme y reflexionar sobre cuál es realmente mi verdad.

La religión me enseñó a buscar a Dios fuera, en textos sagrados, en rituales, en estructuras.

Reiki me llevó a sentir a Dios dentro, en la energía que fluye en mí, en el silencio, en la conexión con todo lo que existe.

Para algunos, esto puede parecer una contradicción. Para mí, cada vez se siente más como dos lenguajes distintos que apuntan a la misma verdad.

La religión me enseñó a orar. Reiki me enseñó a canalizar energía. Ambas son formas de conexión con lo divino.

La religión habla del Espíritu Santo, del soplo divino. Reiki habla del Ki, la energía vital universal. ¿No será lo mismo con diferentes nombres?

La religión busca elevar la vibración a través de la fe. Reiki eleva la vibración a través de la energía. ¿Acaso no es la vibración del amor la que sana en ambos casos?

Entonces, ¿dónde está realmente el conflicto?

Sé que no resueno con muchas doctrinas religiosas tradicionales, pero sí con el mensaje de amor y unidad que predican en su esencia.

No quiero "volver" a una estructura que no encaja con mi camino, pero tampoco quiero rechazar todo lo que he aprendido de ella.

Siento que, de alguna manera, Reiki me ha acercado a Dios más que cualquier dogma, porque lo he experimentado, no solo creído.

Entonces, ¿por qué sigo sintiendo esta dualidad?

Y me doy cuenta de que el conflicto no está en la religión ni en Reiki, sino en mi necesidad de encajar en una estructura definida.

La verdad es que no tengo que elegir.

La espiritualidad no es una casilla en la que debas quedarte para siempre.

Puedo honrar lo que me resuena de la religión y seguir practicando Reiki sin sentir que estoy traicionando nada ni a nadie.

Porque la energía, el amor y la sanación no tienen etiquetas.

Lo que antes veía como un conflicto, hoy lo veo como una integración.

No necesito encajar en una sola definición de espiritualidad.

No tengo que rechazar una parte de mí para abrazar otra.

Puedo elegir lo que me nutre de cada camino sin miedo al juicio externo.

Y si hay algo que Reiki y la religión me han enseñado es que el amor es la vibración más alta de todas.

Si lo que practico me conecta con el amor, la paz y la expansión, entonces no importa el nombre que le ponga.

Si lo que vivo me acerca a la esencia de lo divino, entonces estoy en el camino correcto, más allá de las etiquetas.

Hoy ya no busco respuestas absolutas. Solo busco vivir en coherencia con lo que mi alma siente verdadero.

Reiki y la religión no tienen por qué ser opuestos. Pueden ser dos caminos que se cruzan, que se complementan, que llevan al mismo destino.

No hay una única forma de conectar con lo divino. La energía, el amor y la fe son expresiones de lo mismo, vistas desde ángulos distintos.

No tengo que demostrar mi espiritualidad a nadie. Mi experiencia es válida por sí misma.

Si tú también has sentido este conflicto entre Reiki y la religión, te invito a preguntarte:

 ¿Realmente hay un conflicto, o solo el miedo al juicio externo?

¿Dónde siento más a Dios: en una creencia o en mi propia experiencia?

¿Puedo permitirme integrar ambos caminos sin la necesidad de encasillarme en uno solo?


Gracias por leerme. Que este espacio sea también un canal de expansión. 

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