Hablando de conciencia

Hace tiempo que vengo sintiendo que cada uno de nosotros está despertando a su manera. Algunos con crisis, otros con silencios, otros simplemente dejando de encajar. Y por eso hoy quiero compartir algo que escribí para entenderme a mí misma, y también para quienes están empezando a mirar hacia dentro, sin saber muy bien por dónde empezar.


Esto no es una escala. No es una carrera. No hay medallas. Solo es un mapa. Un lenguaje suave para hablar de eso que muchos sentimos y pocos nombramos.


Guía ligera de procesos de conciencia:


Imagina que cada persona vive en una casa.

Todas las casas tienen ventanas. Algunas están cerradas, otras entreabiertas, y otras con la luz a tope.

No es que unas casas sean mejores que otras.

Es solo que cada quien está en una etapa distinta del proceso de abrir esas ventanas.


1. Sueño profundo

La persona está completamente identificada con lo de fuera: trabajo, apariencias, dinero, hacer lo que se espera.

No se cuestiona mucho, vive en piloto automático.


> Ventanas cerradas. No siente que falte nada.


2. Incomodidad interior

Todo parece estar bien, pero algo no encaja. Hay vacíos que no se llenan con cosas.

Empieza a notarse cierta tristeza o ansiedad sin causa clara.


> La luz se filtra por una rendija. El alma empieza a empujar.


3. Despertar emocional

Cuestionamientos. Empiezan cambios, rupturas, crisis.

Surge la necesidad de entenderse, sanar heridas, conocer lo invisible.


> Las ventanas se abren. Entra luz. Se ve el polvo acumulado.


4. Despertar consciente

Ya hay contacto con el alma, con lo energético. Se busca sentido profundo. Se vive con más verdad.

A veces hay soledad, pero también libertad.


> Se elige abrir y cerrar ventanas con conciencia. Ya no se vive en piloto.


5. Integración del Ser

Se vive desde la coherencia. Lo que se siente, se piensa y se hace van de la mano.

Ya no se lucha por encajar. Se crea vida propia.


> Toda la casa respira. La luz es parte del hogar.


Y aquí está la clave:

No hay prisa por llegar. Solo hay que darse cuenta de dónde está uno... y seguir abriendo poco a poco.


Cada uno despierta a su ritmo. Y eso está bien.


(Hecho con amor para quienes están cansados de fingir que no pasa nada. Para los que intuyen que hay más, aunque no sepan por dónde empezar.)


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo saber si un movimiento te expande

Give Me Six

La mujer que se bajó del personaje