Ecología emocional
Durante años estudié la tierra desde un lugar externo: la agronomía. Medí su PH, analicé su estructura, sus capas, su necesidad de nutrientes, su capacidad de drenaje. Aprendí a mirar un terreno para saber qué sembrar y cuándo, y cuáles eran los métodos más eficientes para obtener un buen rendimiento sin agotar sus recursos.
Pero nadie me dijo entonces que la tierra más importante que tendría que aprender a leer era la mía.
Hoy, en medio de un despertar que no es estridente pero sí profundo, me doy cuenta de que mi cuerpo emocional también es un campo. Que tiene sequías, estaciones, ciclos de reposo, nutrientes, plagas y una necesidad urgente de cuidado consciente.
La sensibilidad que durante años traté de controlar, ahora es mi herramienta más precisa. Es mi medidor interno, mi lluvia y mi termómetro.
Por eso he empezado a desarrollar mi propio modelo de trabajo, uno que honre mi formación científica y también mi sabiduría corporal y emocional. Lo he llamado, con respeto y claridad: ecología emocional aplicada.
Se trata de cultivar el cuerpo emocional en tierra firme. De sembrar límites, abonar el autocuidado, dejar descansar las partes heridas sin exigirles fruto, y observar sin juicio lo que nace de forma silvestre.
Porque también hay belleza en lo no planeado.
Mi nueva vocación no parte de un rechazo al pasado, sino de una integración. Como ingeniera agrónoma, aprendí a respetar los ritmos de la tierra. Hoy, como mujer sensible, aprendo a respetar los míos.
Este proyecto que empiezo a vislumbrar no es un negocio, ni un escaparate espiritual. Es una práctica de vida. Un intento de acompañar a otras personas altamente sensibles a cultivar su terreno emocional sin contaminarse ni desertificarse.
La tierra que soy está en transición. Y eso está bien.
Porque el descanso también es parte del cultivo. Y porque ahora sé que también soy paisaje, semilla y cosecha. Todo al mismo tiempo.
Y que lo importante no es crecer rápido, sino echar raíces en la verdad.
Muchas gracias! Y sí, somos ciclicas y de acuerdo contigo tenemos temporadas para sembrar una intención, dejar que se desarrolle y cosechar como descansar
ResponderEliminarGracias, Sylvia, por resonar.
EliminarSí, somos cíclicas... y qué importante es recordar que no todo es siembra o cosecha. También honrar los tiempos de pausa, de dejar que algo respire, madure o simplemente sea.
A veces el mayor acto de autocuidado es no forzar la floración.
Un abrazo desde esta tierra fértil que también somos 🌿
Hoy después de estar desconectada de todo por estar desbordada emocionalmente, me he encontrado con ecología, emocional .Que regalo!!
ResponderEliminarQue chute!! Hoy precisamente he llegado a mi pueblo de Castilla , con esas tierras rojizas que te atraviesan el corazón como un tsunami y eso campos verdes de trigo con amapolas que el viento mueve como si te llevaran a un sitio mejor.
Ese contacto con la tierra me alinea entre lo que yo soy , siento y deseo
Esa tierra que pisamos y no valoramos en la que caminamos de forma a veces no consciente, esa tierra que atravesamos y que no es lineal y donde al final llega un día que terminamos el camino
Pero yo ahora sé distinguir la tierra que piso y porque la piso y si alguna vez me pierdo en el camino no pasa nada por que habrá otro camino que seguir porque no es lineal puedo volver atrás o avanzar , porque lo importante no es la típica frase de no ir para atrás para tomar impulso. ,porque no? Porque no puedo ir para atrás para ser consciente de que ha pasado en ese momento puntual porque no puedo retroceder? La tierra no te lo impide la tierra es sabia La tierra tiene memoria Y esa memoria es la que te hace avanzar sin culpa , porque la tierra no espera nada de ti es generosa , solo espera que la uses con libertad!! Disfrútala y vívela de forma plena , nadie nos lo impide …siempre hay que devolver a la vida algo de lo que nos da , el camino de la vida siempre nos sorprende para bien o para mal … pero yo ahora voy a pecho descubierto y no me escondo con etiquetas impuestas por los demás o por mi misma
Quiero ser tierra , quiero ser libre, quiero que me descubran y que usen con respeto y amor
Gracias por este mensaje tan vivo y verdadero. Sentí cada palabra como si la tierra misma hablara a través de ti. Hay algo profundamente sanador en permitirnos retroceder sin culpa, en caminar la tierra como memoria, como cuerpo, como mapa.
EliminarYo también estoy aprendiendo a ser tierra… no solo a caminarla, sino a habitarla desde dentro. A veces con dudas, a veces descalza, pero con la certeza de que cada paso —aunque no sea lineal— me acerca más a mí.
Qué regalo que este encuentro con la "ecología emocional" haya coincidido con tu vuelta al origen. Gracias por nombrarlo con tanta verdad. 🌾