Soñé que la Tierra giraba

Soñé que volvía a mi cuarto. Al asomarme a la ventana, bajé la persiana y me di cuenta de que tenía unas vistas de la Tierra, como si estuviera en una nave suspendida en el espacio. La Tierra estaba ahí: viva, azul, girando con una velocidad que mareaba. Me entró vértigo. Cerré la persiana para no sentir ese movimiento tan rápido, tan incontrolable. Y, al hacerlo, todo volvió a la calma.


Pero algo dentro de mí lo sabía: ya no estaba en la Tierra. O quizá nunca lo estuve.


Y me desperté.

Comentarios

  1. Cada vez que voy a una nueva ciudad me traslada a una época distinta, para mí es como viajar en el tiempo y hoy estoy en una que me traslada a la segunda guerra mundial…
    Siempre intento sacar algo positivo y de esta ciudad me quedo con las personas que tuvieron HUMANIDAD y no miraron para otro lado
    Yo sueño con que habrá un momento en que por lo menos las personas con las que más contacto tengo no pierdan algo tan importante
    Que difícil es en nuestra vida actual tener humanidad
    no mirar para otro lado en miles de situaciones , en el trabajo, en tu familia, en tus amigos….
    Hay veces que me quedaría en un sueño de forma permanente porque cuando estoy en este estado es como si una brisa de mar me llevara a ese lugar donde hay paz y calma …..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Veibar,

      Qué poderosa imagen compartes… esa ciudad que te transporta a un tiempo de sombras, pero donde eliges ver la luz en quienes no perdieron su humanidad. Gracias por recordarnos que, incluso en los paisajes más duros, hay quienes sostienen la llama de la compasión y el coraje.

      Soñar con un lugar donde haya paz, donde no tengamos que mirar hacia otro lado, es algo que también me atraviesa profundamente. Quizá, como dices, sea ese espacio interior el que nos recuerda que aún queda esperanza. Que hay otras formas de estar, de sentir y de mirar. Y que el sueño también puede ser un recordatorio de lo que aún es posible construir despiertos.

      Gracias por estar ahí, por tu sensibilidad y por nombrar lo que muchas veces se calla.

      Un abrazo desde el centro del corazón.

      Eliminar
  2. LAS EXPECTATIVAS QUE ME ALEJARON DE LA REALIDAD
    A veces no nos damos cuenta de cómo influimos y nos influyen a través de las expectativas, .,,qué arma tan poderosa ….
    Me he dado cuenta de que casi destrozo a una persona que quiero con locura por mis expectativas , esas expectativas que son impuestas por la educación recibida y por dejarte llevar por la sociedad para así encajar
    Estas influyen en el rendimiento y forma de comportarse. Llegando a incluso a destruir nuestra autoestima.
    Menos mal que me he dado cuenta a tiempo y no he caído en su trampa , he dejado fluir a esa persona para que tome su propio camino con libertad
    Al final somos libres cuando nos alejamos de nuestras propias expectativas y la de los otros ,en ese momento es cuando despertamos de ese mal sueño
    Me pido perdón a mi misma por haberme dejado arrastrar por las expectativas impuestas en algún momento de mi vida
    Hay que ser muy valiente para no dejarte arrastrar por ellas ,ya que, a veces esas expectativas provienen de nuestros pilares como la familia,amigos, trabajo….
    Solo espero no haber herido a nadie por mis expectativas y si ha sido así quiero que sepáis que todo ha cambiado para mí y ahora soy más consciente
    Ya no tengo nada que perder, porque cuando te pierdes a ti misma y te vuelves a reencontrar has ganado …



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Veibar,

      Gracias por compartir un testimonio tan honesto, tan necesario. Qué importante es atreverse a mirar de frente ese espejo que son nuestras propias expectativas, y más aún, reconocer el daño que a veces causamos desde lugares que creíamos “correctos” o incluso amorosos.

      Me toca profundamente lo que dices: “cuando te pierdes a ti misma y te vuelves a reencontrar, has ganado.” Es justo ahí donde la conciencia florece, cuando dejamos de exigirnos ser quien no somos, y empezamos a ver —con ternura— a quienes están frente a nosotras, y también a nosotras mismas.

      Tus palabras suman a esta idea que compartíamos en la entrada: a veces despertar de un sueño no es abrir los ojos, sino soltar una estructura entera de creencias que ya no nos representan. Y eso es valiente, porque duele. Pero en ese hueco que queda, entra la vida de verdad.

      Gracias por tu forma de estar aquí, y por abrir un espacio de tanta profundidad.

      Un abrazo inmenso

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cómo saber si un movimiento te expande

Give Me Six

La mujer que se bajó del personaje