Despertar vibracional

Despertar vibracional: cuando el cuerpo ya no tolera lo que antes sí

Durante años pensé que había algo mal en mí.

Que ser tan sensible era como venir defectuosa.

Demasiado intensa. Demasiado perceptiva.

Demasiado rápida para notar lo que nadie decía.


Viví incómoda.

Aprendí a adaptarme, a callarme, a sostener lo que me sobrepasaba.

Me entrené en no incomodar, en caer bien, en estar disponible.


Pero por dentro, algo estaba pidiendo paso.

Algo más verdadero.

Y el cuerpo fue el primero en notarlo.


Ya no me servían las explicaciones.

Ni los diagnósticos.

Ni llamarlo simplemente sensibilidad.


Mi cuerpo estaba diciendo basta.

Y lo hacía con claridad.

Me faltaba el aire en ciertas reuniones.

Me sentía drenada después de algunos encuentros.

Todo me sonaba más fuerte, más áspero.

Lo que antes pasaba desapercibido, ahora dolía.

Como si no pudiera seguir haciéndome la dormida.


Estoy atravesando un despertar vibracional.

No es un cambio de mentalidad.

No es una crisis emocional.

No es una moda espiritual.


Es una transformación que atraviesa el cuerpo.

No te pregunta si estás lista.

Solo sucede.

Y lo remueve todo.


El cuerpo ya no tolera lo que antes sí.

Las rutinas se desmoronan.

La digestión cambia.

Las conversaciones vacías agotan.

Las personas que antes me comprendían ahora me incomodan.

Y lo que siempre había callado empieza a rugir por dentro.


No estoy cayendo.

Estoy cambiando de frecuencia.

Y eso se nota.

Se siente.

Y se encarna.


Ahora toca sostenerme.

No desde el deber.

Desde la verdad.


Espacio real.

Presencia sin exigencias.

Un gesto simple: mano en el pecho, mano en el vientre. Respirar.

Y decirme sin adornos: yo me sostengo.

No me dejo sola.


No hay fórmula.

No hay mapa.

No hay vuelta atrás.


Solo esta certeza que arde y limpia:

La sensibilidad no era el problema.

Era la señal.

Y el cuerpo fue el primero en saberlo.

Comentarios

  1. Mi despertar
    He estado años sin dormir bien, siempre inquieta y no encontraba la explicación
    Pensaba soy demasiado impulsiva, no encajo en este mundo,soy distinta, soy hiperactiva tengo demasiada empatía… muy servicial …
    Pero este año he despertado y he conseguido alinear lo que soy con lo que siento y deseo
    Está siendo muy duro ya que en este proceso he perdido a parte de mi familia y amigos ….es como pasar un duelo
    Hay algunos que me dicen que cuando voy a ser la de antes , no sé enteran de que esa ya no existe..
    Solo sé que ahora duermo bien y que siento paz interior estoy tranquila conmigo y me cuido ,me hablo bien , ya no siento esa intranquilidad que no sabía de dónde venía…
    voy a seguir con firmeza por este camino pese a quien pese
    Gracias por recordarme que no estoy sola

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Veibar.
      Por tu valor al poner palabras a un proceso tan íntimo.
      Por ser espejo —no solo para mí, sino para todas las personas que llegan hasta aquí en busca de verdad.
      Tu testimonio no es solo personal, es vibracional: toca una fibra que muchas también están atravesando en silencio.

      Este espacio nació para esto.
      Para recordar que no estamos solas, que no estamos locas, y que la antigua versión ya no tiene retorno.
      Gracias por recordármelo.

      Si alguien más siente compartir su despertar —con sus luces, sus duelos, sus grietas— este espacio está abierto.
      Lo auténtico no necesita filtro.

      Aquí, cada paso dicho en voz alta se convierte en camino para otras.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cómo saber si un movimiento te expande

Give Me Six

La mujer que se bajó del personaje