Entradas

Mostrando entradas de abril, 2025

Sentir es un acto de rebelión

Durante años me enseñaron a hablar bien, a portarme bien, a encajar. A pensar antes de actuar. A rendir. A resolver. Pero nadie me enseñó a sentir. Y mucho menos… a confiar en lo que sentía. Crecí, como tantos otros, en un mundo donde las emociones eran vistas como una molestia. Algo que “hay que aprender a controlar” para poder seguir siendo funcional. Pero hoy, desde el lugar en el que estoy, con la conciencia más despierta y el cuerpo más honesto, me atrevo a decirlo claro: Sentir es un acto de rebelión. No hablo de emociones desbordadas. Hablo de sentir con presencia. Con el cuerpo. Con la verdad. Hablo de permitir que la tristeza me enseñe, que la rabia me muestre mis límites, que la alegría no me dé miedo, y que el amor no sea sinónimo de sacrificio. Hablo de lo más revolucionario que podemos hacer hoy: escucharnos. Sentir. Parar. Nombrar lo que duele. Abrazar lo que late. Desobedecer lo que nos adormece. Durante siglos, sistemas de poder nos enseñaron a desconectarnos. Porque un...

Cosas que sé

 🌿 Cosas que mi alma ya sabe (aunque aún me dé vértigo) Durante mucho tiempo creí que la vida se trataba de buscar, de hacer, de ganarse el lugar. Pero algo en mí —muy dentro, en silencio— empezó a recordarme que ya lo sabía todo… que solo estaba volviendo. Y hoy, con el corazón en la mano y el miedo rendido, escribo esto: una lista de cosas que mi alma ya sabe, aunque mi mente aún se asombre, aunque a veces el cuerpo tiemble. 1. Ya no necesito que me elijan. Porque yo ya me elegí. Y desde ahí… todo cambia. 2. No tengo que demostrar nada. Mi sensibilidad es mi fuerza. Mi emoción… es mi verdad sin disfraz. 3. Vine a narrar el alma del mundo. Con palabras, símbolos, rituales, miradas. Escribo para recordar. Y cuando lo hago, algo se alinea. 4. Puedo maternar sin parir. Puedo acunar procesos, acompañar almas pequeñas, y ser refugio… sin tener que ser madre biológica. Y eso también es dar vida. 5. El amor de verdad no duele. No activa traumas. No exige disfraces. El amor de verdad cal...

Wendy

  Cuando me di cuenta de que soy una Wendy No, no hablo de volar con Peter Pan. Ni de cuentos de hadas. Hablo de algo mucho más real: de cuando te das cuenta de que fuiste esa niña sensible, intensa, creativa… y que ahora te has convertido en la mujer que puede mirar a otros desde ese lugar que a ti te faltó. Hoy he recordado algo que llevaba dentro desde hace mucho tiempo, sin saberlo: yo soy una Wendy. Ser Wendy no es quedarse esperando. Es ser el puente entre mundos. Es sostener a quienes aún no saben cómo poner palabras a lo que sienten. Es mirar a los niños, a los sensibles, a los que están despertando… y decirles, sin decir nada: “Aquí puedes ser tú. Sin disfraz. Sin fuerza. Sin miedo.” No soy madre, pero mi alma ha abrazado a muchos desde ese lugar. No desde el sacrificio, sino desde la presencia. Desde la ternura. Desde esa parte de mí que aún recuerda cómo se sentía no encajar, no ser vista, no tener un refugio emocional. Y ahora veo que quizá por eso estoy aquí:...

Hablando de conciencia

Hace tiempo que vengo sintiendo que cada uno de nosotros está despertando a su manera. Algunos con crisis, otros con silencios, otros simplemente dejando de encajar. Y por eso hoy quiero compartir algo que escribí para entenderme a mí misma, y también para quienes están empezando a mirar hacia dentro, sin saber muy bien por dónde empezar. Esto no es una escala. No es una carrera. No hay medallas. Solo es un mapa. Un lenguaje suave para hablar de eso que muchos sentimos y pocos nombramos. Guía ligera de procesos de conciencia: Imagina que cada persona vive en una casa. Todas las casas tienen ventanas. Algunas están cerradas, otras entreabiertas, y otras con la luz a tope. No es que unas casas sean mejores que otras. Es solo que cada quien está en una etapa distinta del proceso de abrir esas ventanas. 1. Sueño profundo La persona está completamente identificada con lo de fuera: trabajo, apariencias, dinero, hacer lo que se espera. No se cuestiona mucho, vive en piloto automático. > Ve...

La guardiana disfrazada de jueza

Durante mucho tiempo creí que mi mayor obstáculo era esa parte de mí que juzga. La voz crítica, la que censura, la que no me deja fluir con ligereza. La que me dice “esto no deberías hacerlo”, “eso no está bien”, “tú no eres así”. La que aparece justo cuando una parte de mí quiere expresarse con libertad. La he rechazado muchas veces. La he querido silenciar. La he confundido con vergüenza, con represión, con bloqueo. Pero ahora veo algo diferente: Mi jueza interna no es mi enemiga. Es la guardiana de mi sensibilidad. La protectora de lo que para mí es sagrado. Juzgo, sí. Pero ¿por qué? Porque siento mucho. Porque me afecta lo sutil. Porque lo que para otros es “ligero”, para mí puede ser una tormenta emocional. Y esa parte mía que juzga, en realidad, me cuida. Me recuerda que hay elecciones que se sienten vacías, interacciones que no respetan mi profundidad, actitudes que me desconectan de mí misma. El juicio aparece cuando estoy por traicionarme. Cuando estoy a punto de decir “sí” qu...

El acto de crear

Últimamente he sentido una tensión extraña cuando me muestro. Es como si, justo en el momento en el que estoy abriendo lo más verdadero de mí, apareciera una vocecita que susurra: ¿y si no gusta? ¿y si no lo entienden? ¿y si soy demasiado? Y ahí me congelo un poco. Me repliego. Dudo. Pero algo en mí también está cambiando. Una parte que ya no quiere esconderse. Una parte que empieza a entender que esto también es parte del acto de crear. Rick Rubin lo dice así en su libro: “Crear no es para ser entendido. Crear es responder a la verdad que está queriendo nacer en ti.” Y siento que eso es exactamente lo que me está pasando. No estoy bloqueada. No me falta nada. Estoy en el borde mismo de una expansión. Y como toda expansión verdadera, viene con incomodidad, con miedo, con vértigo. Pero también con verdad. Con fuego. Con belleza. Estoy lista para crear aunque no guste. Estoy lista para mostrarme sin corregirme. Estoy lista para florecer sin permiso. Porque ahora sé que no necesito valida...